La tradicion recopilada por los cronistas,
cuenta que las huestes Incarias, al mando
del Inca Tupac Yupanqui,fracasaron en la
conquista de la zona oriental, por la
encornada resistencia de estas tribus,
quienes los recibieron danzando
acrobaticamente con saltos guerreros
munidos de largas lanzas. Con tal
impresion volvio el Ica Yupanqui que la
adopto para el repertorio andino como una
danza ceremonial de guerra.
Otra version antigua dice que los Tobas
habrian llegado al Kollasuyo con el Inca
Tupac Yupanqui pero se cree que vinieron a
Oruro con su vestimenta tipoca atraidos
por la forma de la Virgen de la Candelaria.
Posterirmente, se constitutyo una compaesa
que intervenia en las fiestas religiosas
con un disfraz de vestimenta selvatica.
Los tobas usan falda, ponchillo, turbante
largo, con puneras y tobilleras con plums
largas. Los cambasque antes desfilaban
case desnudos , ahra se cubren con un
palraon un poncho con flecaduras e ambas
prendas y los chipayas portan ponchos y
pantalon ligeramente modificados del que
usan a diario.
Las plumas son de parihuana o aveztruz.
Para las tobilleras y para los puños con
10 plumas cada una. Los tobas son
guerreros indomitos del chaco Boliviano.
La Danza de Tobas es una representación
figurativa de las tribus del Chaco
boliviano. Desde antes de la colonia la
relación entre la cultura andina y la
amazonía fue de dominación y de
resistencia. En sus incursiones, el
ejército quechua tomó prisioneros
selvícolas, llamados ch'unch'us. La
llegada de estos orientales al mundo
occidental inspiró en los aymaras la
creación de una danza bautizada
precisamente ch'unch'u, que no es más que
una manera de apropiación cultural.
Fundada la República, los aymaras migrados
a las ciudades de La Paz y Oruro
reinventaron la danza y la designaron
Tobas, nombre de una etnia del Chaco
boliviano.
La apropiación incluyó también la
representación imaginaria de la cultura
Tacana, con máscaras de madera
elegántemente ataviadas con plumas. El
resto del indumento es liviano:
calzoncillos largos, camisa de seda, una
espaldera o capa pequeña y una falda de
colores vivos hasta la rodilla, todo
bordado con sencillez y adornado con
cuentas y espejuelos; de tal forma que los
bailarines tienen libertad de acción.
La coreografía de la danza es notabe.
Exige saltos y agilidad excepcional y es
una de las pocas danzas andinas que
requiere tanto movimiento.
La presencia de lanzas, arcos y adornos de
plumería, así como tatuajes y sartas de
conchas y semillas, se superponen a las
netas características del vestuario andino.
Es un baile acrobático que expresa
actitudes guerreras y de cacería, los
danzantes realizan saltos y vueltas como
si llevaran alas en los talones. La
relación de los bailarines con el mundo
espiritual viene dada por la presencia de
los "Brujos" que intervienen en la danza