La
danza de los doctorcitos es una sátira a
los abogados (wayralevas), quienes en el
imaginario popular son los responsables
del mal manejo de la administración
pública y de los innumerables pleitos que
se suscitan entre los litigantes. Esta
danza satiriza a los abogados. bautizados
con la calificacion de "DOCTORCITOS" en
ambiente andino, elementos que se
constituian en amos de la sociedad a
titulo de leyes, a quienes el pueblo
estaba obligado a rendir pleitesia.
Durante la Republica con la herencia
colonial, el personaje sigue manteniendo
su actitud amanerada y una vestimenta de
rigor, cosas que ridiculiza la danza en su
coreografia, mostrando la parte bufa de
las conductas sociales. El conjunto viste
con traje de magistrado, consistente en
una levita negra, sombrero de copa alta,
camisa blanca, corbata, pantalon a rayas o
negro. La vestimenta se completa con
guantes blancos, zapatos de charol,
polainas blanca de uso difundido entre los
llamados "caballeros" de fines del siglo
pasado y principios de este, el baston de
empuñadura curveada, que hace de tercera
pierna, pues el bailarín asume una
posición inclinada, como si realmente
tuviera más de setenta años; además se
muestra muy amanerado.
La ropa de las mujeres varía en minifalda
en vez del clásico pantalón.
Su ritmo es pausado y lento, como un
juicio o un papeleo en los tribunales.
Inicialmente, fue estrictamente para
varones, pero en años recientes las
abogadas también son burlonamente imitadas.
Todo el vestuario masculino sigue
estrictamente la moda de principios del
siglo XX. En algunas ocasiones la figura
de la fraternidad es una mujer disfrazada
de la Justicia (ojos vendados y balanza en
una de las manos).